Concentración en contra de la privatización del servicio de limpieza en el hospital, en primera línea durante la pandemia del coronavirus, CCOO Sanidad Madrid denunció que la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid «aprovechaba la crisis sanitaria del coronavirus para privatizar servicios en hospitales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS)». Con fecha 3 de junio, el SERMAS publicó la convocatoria de licitación de servicios de limpieza integral para sus centros de Atención Especializada (hospitales).

El lote nº 7, según el pliego de licitación, recoge la contratación externa para la limpieza de 33.201,42 metros cuadrados del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de los cuales el 87 por ciento son en áreas sanitarias críticas o semicríticas. CCOO reclama la dimisión de los máximos responsables del centro hospitalario. El hospital tiene en plantilla un total de 553 profesionales adscritos al Servicio de Limpieza, 531 limpiadores (incluidos los 97 que se contrataron para reforzar el servicio durante la pandemia) y 22 gobernantes. Se ocupan de la limpieza de 158.831 metros cuadrados útiles de las diferentes dependencias y centros adscritos al hospital, incluídas zonas críticas (quirófanos, UCI, Urgencias,…) y áreas de consultas externas, hospitalización y zonas de paso comunes.

El área por el que denuncian que se quiere empezar a externalizar y privatizar ocupa el 20% de la superficie total del centro. Dentro de esa zona hay 28.928 metros cuadrados de zonas críticas y semicríticas, que representan el 87% del total que quieren encargar a empresas de limpieza externas adjudicatarias.

CCOO insiste en que además de la maniobra de privatización existe un incumplimiento por parte de la Dirección General de Recursos Humanos del SERMAS y del gerente del hospital, Joseba Barroeta, que se comprometieron -Barroeta por escrito- a contratar 54 profesionales y negaron cualquier intento de privatización. En los últimos años, en el Servicio de Limpieza «se ha reducido la plantilla por distintos motivos, como las jubilaciones, y no se ha ido reponiendo personal. Se trata de un servicio que «ha sido indispensable durante la pandemia, ya que una de las principales tareas establecidas en los protocolos de actuación tenía que ver con la limpieza y desinfección del centro para contener la expansión del virus». En el Hospital Gregorio Marañón se han contagiado por COVID-19 más de 1.000 empleados sanitarios y no sanitarios desde que comenzó la crisis sanitaria.