A typical family gathering on July 1 in Uva, Puebla, Mexico turned into a sticky affair as a playful game with Bumchems, or particularly sticky toy balls, ensnared Karla Ramírez's long hair in a troublesome twist. "My cousins got Bumchems stuck to my sister’s hair and it did not end too well…" a family member narrated. As Karla lamented, "I can't, I have Bumchems all over my hair," the family rallied around her, offering both sympathy and solutions.

"We were trying to take them off along with my two aunts," shared another family member. "...Finding ways to get them all removed..." became the unexpected mission of the day. Each minute brought more family members to the scene and an array of hair products were introduced, including baby oil to soften the hair.

"The balls collected to see which method works best to remove these... Gathering a collection of Bumchems," the family collectively agreed. As the battle waged on, light started to dim, prompting the family to find a better-lit spot to continue their quest.

"We started to count the balls... And even more aunties came to help, it was already getting late... It was getting less and less... By then there were 89 Bumchems collected," the recounting continued, painting a picture of a team united in a humorous, yet painstaking endeavor.

Following two hours of collective effort, "the very last Bumchem" was finally removed amidst a grand countdown. "Finally, her suffering ended when we were able to remove 130 Bumchems," a triumphant family member declared, marking the end of a memorable family anecdote.

Un sábado 1ro de Julio estábamos en el cumpleaños de una de mis tías, por lo regular nos sentamos puro primos juntos terminando la comida fuimos a ver lo que hacían mis primos más pequeños, uno de mis primos de aproximadamente 11 años tiene un aproximado de 2 mil Bunchems los cuales sacó para jugar, uno de mis primos que tiene 27 años le aventó uno a una prima y se dio cuenta que esos juguetes se pegaban en el cabello y empezó a aventar de a una o dos bolitas a todos y viceversa todos contra todos pero se había acordado aventar de a una a dos bolitas para que no se enredaran feo lo cual habíamos percatado que se pegaban pero no feo si se aventaban en poca cantidad, mi hermana Karla Ramírez es la que tiene el cabello más largo que todos incluyendo mujeres y mi primo agarró una bola llena de Bunchems y camino hacia mí el hermana Karla, al percatarse ella le advirtió que no le aventara tantas por que se le iban a pegar muy feo, ella se amarró el cabello y se hizo un chongo cuando vio las intenciones y corrió, mis primos al ver que corrió gritaron ¡TODOS CONTRA KARLA! todos corrieron hacia ella con bolas grandes de Bunchems y ella se defendía dando golpes y patadas, dos de mis primos la agarraron de los brazos y entre los demás le pusieron bastantes Bunchems, ellos todo el tiempo lo hicieron jugando, no pensaron en la magnitud del problema y uno de mis primos de 19 años le sacudió el cabello para que se atoraran más lo que fue que empeoró la situación, cuando la dejaron en paz todos asustados se dieron cuenta de lo que habían ocasiondo y empezaron ayudar dos primos a retirarlas en ese momento mi mamá le llama a mi hermana para salir a la fiesta y mi hermana asustada le dice que no puede, mi mamá Iraís le pregunta porque y mi hermana responde : no puedo tengo Bunchems en todo el cabello, mi mamá va a ver la situación y ve que eran bastantes llegan dos rías más y empezamos a sacar ideas de con qué probablemente se podrían retirar los Bunchems toda la familia vivimos literalmente en la misma colonia entonces todos fuimos a nuestras casas a conseguir peines y productos para cabello, empezamos a quitarlas entre 2 tías, mi mamá y yo Rafael Ramírez y poco a poco llegaban y llegaban más tías y tíos a ayudar porque si veían difícil la situación llevábamos media hora y ya habíamos retirado 34 Bunchems al empezar a oscurecer subimos a la fiesta a buscar más luz y más tías se unieron a la causa la mayoría de mis tías ayudaba a quitarlas cuando finalmente retiramos 130 Bunchems del cabello de mi hermana y mis tías llamaron la atención a todos mis primos que habían participado en el suceso y que pensaran las cosas 2 veces antes de hacerla los castigaron a todos y finalmente mi hermana sigue con su cabello un poco maltratado pero al menos no lo perdió, seguimos disfrutando de la fiesta y solo queda la anécdota.