Traders took to streets of Madrid on Sunday (August 2) calling for the reopening of El Rastro street market.

Comerciantes y vendedores ambulantes de El Rastro de Madrid se han vuelto a concentrar, por quinto domingo consecutivo, en la plaza de Cascorro donde han recogido firmas de adhesión a su causa y han reclamado la instalación del 50 por ciento de los puestos de forma alternativa cada fin de semana y en sus ubicaciones originales. La asociación 'El Rastro punto es' ha convocado la protesta que se produce después de que enviase una carta al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y a los portavoces de los grupos municipales con representación en el Ayuntamiento (Cs, PSOE, Más Madrid y Vox) en la que aseguraban que es "incomprensible" no poder volver a abrir en el mismo espacio y que "encajonarlos" no responde a razones sanitarias. "Nos hacen propuestas inaceptables para el colectivo porque aceptarlas significaría la muerte del Rastro histórico", ha apuntado Gonzalo, quien además ha añadido que el Ayuntamiento está "jugando" con sus puestos de trabajo y con los de los comercios de la zona, quienes también "están sufriendo esta situación". Además, ha transmitido la voluntad de la asociación de mantener una "reunión presencial" con responsables del Consistorio y con el concejal del distrito Centro, José Fernández, quien ha sólo les ha atendido de forma telemática, algo que consideran que "no es de recibo" si se quieren tratar "estos temas tan serios". Otro de los aspectos que "no entienden" los comerciantes del Rastro es por qué en otros espacios y centros comerciales el aforo puede llegar a ser de hasta 8.000 personas, y en cambio en el tradicional mercadillo les "imponen" un máximo de 3.500 personas cuando consideran es "más espacioso y al aire libre". Por su parte, Almeida manifestó que el Ayuntamiento había realizado tres propuestas y los comerciantes "no se quieren mover de la huella" pero "la normativa sanitaria de la Comunidad lo impide" y "hay que preservar la salud y hay que limitar en la medida de lo posible las aglomeraciones". Sin embargo, para los comerciantes, esta propuesta "deslocaliza a todos los titulares de sus ubicaciones habituales" además de "suprimir todos los puestos de venta de lugares como la Plaza de Cascorro y de la Ronda de Toledo y gran parte de la calle Ribera de Curtidores". "Zonas todas ellas muy espaciosas, por lo cual es incomprensible que se eliminen todos los puestos de venta", han argumentado.