Hundreds of Spanish citizens gathered in protest of the new country's electricity billing system on Saturday (June 5), in Madrid.

The new bill, which came into force last Monday, generated a wave of criticism as it changed electricity rates and could affect vulnerable households.

The event was organised and promoted on social media. Protests also broke out in other Spanish cities.

Activist Raúl Camargo attended the demonstration and said that the situation is "intolerable, especially when there is a supposedly left-wing government in power".

La nueva factura de la luz que entró en vigor el pasado lunes ha generado una ola de críticas por parte de los consumidores que se ha escenificado este sábado en la Puerta del Sol. En la céntrica plaza madrileña se han congregado decenas de ciudadanos como protesta a lo que consideran un "atraco". La convocatoria surgió de forma espontánea en las redes sociales y se ha replicado en otras ciudades del país.

El cambio en las tarifas se activó después de que mayo terminara como el mes con el recibo de la electricidad más caro de toda la historia. La sociedad cree que el nuevo sistema les perjudicará aún más en el aspecto económico, además de suponer un trastorno en las rutinas al concentrarse las franjas con el importe de la luz más barato en horas intempestivas. A la manifestación ha acudido el portavoz de Anticapitalistas, Raúl Camargo, quien a apuntado que esta situación es "absolutamente intolerable" y "mucho más cuando hay un Gobierno supuestamente de izquierdas en España. "Esto es culpa del lobby de las eléctricas, pero el Gobierno no puede estar parado como está haciendo y debe ponerle coto", ha reivindicado.

Asimismo, Camargo ha explicado a la agencia que los beneficios de las empresas suministradoras ha crecido "casi un 200 por ciento" mientras la factura de la luz ha subido "un 44 por ciento para la gente trabajadora". Por ello, ha pedido que se tramiten leyes que prohiban esta circunstancia y también que se nacionalicen compañías que antes eran públicas como Endesa. "Tiene que haber empresas energéticas públicas que velen por el bien común", ha indicado.